jueves, 30 de septiembre de 2010

ya se han casao...

Hace ya casi una década cuando yo era casi 20 años mas joven que ahora (las mates nunca fueron mi fuerte, lo siento) conocí a una excelente persona, un gran tipo, divertido, fanfarrón, grandote y cariñoso que me robó el corazón.  Estar juntos suponía romper muchas ataduras, enfrentarnos a graves problemas y sobre todo pelear por nosotros frente a los convencionalismos de un mundo que, a pesar de evolucionar en muchos aspectos, se ha quedado obsoleto a nivel domestico sobre las vueltas que te da la vida.  Total que, me enamoré, mucho, mucho….yo soy así, me arrebatan las pasiones (las buenas y las malas, que a mala leche y a borde casi, casi no me gana nadie), total que como una cosa lleva a la otra empezamos a vivir juntos (y muy revueltos), en 3 meses de convivencia ni me di cuenta de que la mostruación (o lo que viene siendo la regla) no había pasado por casa así que me dije a mi misma: “coño! Que hace 2 meses que no pasa nada chungo por aquí abajo! (todo lo que pasaba era bastante agradable, la verdad).  así que ni corta ni perezosa allá pa allá que me fui a la farmacia a comprarme 2 test de embarazo (con uno no te puedes fiar, yo no me podía fiar), y si, los dos dieron positivo….(ahora el positivo tiene 8 añazos y muy mala baba), total que mi principito azul me pidió, anillaco en mano, que me casara con él, y yo tan mona pues le dije que si, claro, como negarme (no fuera a ser que me quitara el anillo que no te puedes fiar). 

Unos años después, nueve para ser exactos, y tres hijos después (estas cosas hay que tomárselas con calma) nos casamos el pasado 3 de septiembre.  Fue una boda sencilla, tranquila y completamente artesanal.  Los testigos en el juzgado fueron dos de mis mas antiguos y mejores amigos, yo llevaba un vestido de Divina Providencia en tonos fucsia de lo mas chulo, luego nos fuimos a comer todos juntos (no sin antes habernos pimplado una botella de cava, que con cava todo es mas bonito)



Aquí dándole al arroz con bogavante

lo pasamos bien y ya de vuelta a casa, donde haríamos la celebración (solo unas 40 personas) y como había tiempo de sobra mi testigo y yo nos fuimos a la piscina, uf que estrés tienen las novias! mientras mi testiga se quedaba echándose la siesta en el sofá y el sufrido novio (conocido de ahora en adelante como ezpozo) decoraba todo nuestro patio con detalles verdes (fue una boda en casa pero quisimos darle un toque verde, nos gusta el verde como a las vacas) con cositas que habíamos ido comprando.

Como soy una esposa mu limpia y después de una ducha reparadora para alejar de mi todo el cloro de la pisci me puse mi Vera Wang (este vestido y su historia merece un post aparte, ha venido de muy lejos recordádmelo please que yo ya estoy mayor y se me olvidan las cosas) y unos súper zapatos comprados en ultimo día de rebajas con una rebaja de mas de 70 euros (jeje) según detalle adjunto:


Vera Wang y los zapatos


Nos lo pasamos bien, bebimos, comimos, cantamos, bailamos recibimos regalos y felicitaciones….en fin, lo que viene siendo una boda (aunque haya sido de estar por casa).


1 comentario:

  1. Palo, aunque solo haya pasado un día .. te recuerdo que nos debes la historia del Vera Wang .. que promete :-)

    ResponderEliminar